Hace unos días, mientras navegaba distraída por Facebook, encontré un artículo publicado por El Huffington Post, que versaba sobre lo que se ha empezado a denominar “efecto Ed Sheeran”. El artículo decía que los hombres pelirrojos están empezando a ser más deseados por las mujeres, a la luz de los resultados de una encuesta realizada a 175 chicos con este color de pelo, y atribuía este éxito a la popularidad del cantante británico Ed Sheeran. Dejando al margen las posibles discusiones sobre el rigor científico de este estudio (eso se lo dejo a los estadísticos), el artículo me hizo plantearme la pregunta: ¿Qué se esconde detrás de esto?
Si queréis leer el artículo completo, aquí os dejo el link:
He descubierto a Ed Sheeran (como tanta gente) a raíz de Shape of You. Y no voy a ocultar que sí, a mí también me ha cautivado. En sus canciones encuentro eso que escasea tanto hoy en día, la lírica, la poesía, el sentido estético, la alegría sin estridencias. Ed tiene una facilidad innata para hablar con palabras perfectamente inteligibles acerca de los grandes temas que mueven a las personas, para cantar lo que a todos, en mayor o menor medida, nos canta dentro.
Y yo hablo a menudo con muchas personas, que me hacen depositaria de historias, de miedos, de esperanzas y millones de deseos por cumplir. Y, aunque cada uno somos maravillosamente diferentes, hay un sueño que es redundante, y que generalmente se percibe como el más utópico, una cosa curiosa, cuando menos.
“Me gustaría encontrar a una chica que se convierta en mi compañera de viaje, pero a veces creo que mi capacidad de amar se ha atrofiado, no soy capaz de sentir nada, me duelen demasiado las cicatrices” me decía el otro día un amigo.
“No entiendo por qué todos los chicos con los que intento algo me utilizan como si fuera un trapo” es la queja frecuente de otra de mis amigas.
“Es que no soy capaz de enamorarme, de verdad que lo intento, pero la mayoría de personas me acaban dando pereza”.
“El chico con el que estoy no me motiva para nada, me siento a gusto con él y el sexo es genial, pero sé que con él no voy a llegar a nada porque no me llena como persona”.
Podría seguir, pero supongo que ya sabéis de lo que hablo.
En el fondo, todos buscamos lo mismo. Pero hemos perdido el valor para encontrarlo. Vamos acumulando años, fracasos y desengaños. Acarreamos a nuestras espaldas mochilas que empiezan a estar demasiado llenas de sueños rotos. Y pesan. Y tenemos miedo. Y para encontrar ese amor que todos anhelamos, hace falta desprenderse de prejuicios, de viejas historias y del miedo al qué dirán. Hace falta recuperar la curiosidad infantil. Atreverse a indagar en las profundidades del otro, sin temer lo que podamos encontrarnos. Y viceversa. Dejar que el otro entre en nuestra casa y contemple nuestros claroscuros. Al final, el amor es algo bastante más irracional que dejarse cegar únicamente por la luz. Las personas también estamos hechas de noches, y no es nada de lo que haya que avergonzarse o que nos haga débiles.
Creo que el éxito de Ed, más allá de lo guapo o lo sexy que resulte, reside en que simboliza un anhelo bastante universal. Porque entre otras cosas, Ed habla como nadie sobre el amor.
Sobre ese amor que a todos nos gustaría que llegase. Ese amor sin dobleces, ese que sale solo, que no hace falta forzarlo, que nos hace sentirnos en casa cuando estamos en los brazos de la otra persona, que da sin esperar, que aleja los fantasmas y acompaña. Que no pisotea, sino que ayuda a crecer. Que se maravilla con los amaneceres y su luz, pero que también sabe que los atardeceres, a pesar de la oscuridad, son la prueba de la valentía que nos ha hecho romper la coraza y coronar la cima.
P.D. Aquí os dejo una de mis canciones favoritas de nuestro querido pelirrojo:
https://www.youtube.com/watch?v=20pAJPNaAyw
Un abrazo, y sed valientes 😉
(Imagen tomada de Internet)
No hace muchos años, los matrimonios eran pactados o inducidos por las familias, a veces pienso si será que el amor está tan idealizado que resulta inalcanzable. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tienes razón, Carlos. Lo cierto es que existen tantas historias como parejas. Un saludo 🙂
Me gustaMe gusta
Lucía, me encantó. Yo misma experimenté ese miedo al inicio de una relación… Y seguí, muerta de miedo al posible dolor… pero hay que confiar y creer… Y nuestro corazón debe darle mas oportunidades al amor, porque llega, cuando tiene que llegar, cuando esta mos preparados y abiertos a ello, sin barreras. Feliz día! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Eso es, Carmen. Gracias por leer y comentar. Un abrazo 🙂
Me gustaMe gusta
Con los años vamos llenando nuestra mochila de experiencias buenas y malas. Y es inevitable recordarlas cuando iniciamos un nuevo camino. Tal vez la clave sea vaciar nuestra mochila y abrirnos plenamente a la vida, incluso deshacernos de algunas sombras del pasado que nos persiguen. Lo que pasa es que, con frecuencia, ese vaciado es muy difícil. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Eso es exactamente lo que quería transmitir Carlos. Gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
El amor estará idealizado, pero no tenemos por qué conformarnos con menos de lo que soñamos. Al fin y al cabo, amor y conformarse no suenan bien en la misma frase.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sólo vivimos una vez, ¿por qué conformarnos? Gracias por tu comentario, un fuerte abrazo 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona